sábado, 13 de septiembre de 2008

Letras del Sur: puertas y ventanas abiertas


Carlos Vásquez – Zawadzki

Transcribimos para nuestros lectores y lectoras el Editorial que escribéramos para el segundo número de la revista:

“Un proceso como el de la revista Letras del Sur busca convertirse en un telar discursivo y simbólico, espacio blanco que será tachonado de plurales voces dialógicas, palpitantes pero asimismo memoriosas. De hoy y de ayer y de mañana. Voces que interrogan nuestras realidades socio-históricas y culturales e inquieren el ser y su devenir como sujetos sociales, sujetos de deseo y sujetos de lenguaje. Entonces cuentan y se cuentan esas voces y sujetos, y dialogan a nivel regional, como también a niveles nacionales e internacionales.

Ello, desde diferentes campos de saber y escrituras.

Y en ese devenir del ser o sujetos sociales en la escritura y el diálogo, se producen “símbolos” y simbologías, de sumballein, poner juntos, precisamente aquello que posibilitaría relacionar, establecer puentes –afectivos e intelectivos- de ida y vuelta por la cotidianidad y el tiempo y el espacio, en fin, producir lazos sociales. Simbolizar, como pulsión de vida, en el contexto de nuestra problemática histórica colombiana y conflictos, frente y en contra de pulsiones thanáticas y destructivas de los proteiformes actores de la violencia y la guerra en nuestra geopolítica regional y nacional. Simbolizar para crear subjetividades e intersubjetividades, el “yo” y el “nosotros”, la sociedad civil.

Letras del Sur se desea, en esta perspectiva, revista de escrituras y sujetos simbólicos plurales, y dialogantes.

En este número dos, el cuento y su microcosmos y mundo posible –Edgar Bastidas Urresty; el poema y el “yo lírico” en los quiebres de la Modernidad y de las mismas escrituras literarias –Gerardo Guerrero y Augusto Rincón; y el ensayo –bien sobre lenguajes, culturas e imaginarios populares en la fiesta –Lydia Inés Muñoz Cordero; bien sobre lenguajes y desarrollos tecnológicos en transformaciones contemporáneas hacia lo cibernético y virtual –Esteban Solarte: matrices de nuevos sujetos y saberes, intercambios y comunicaciones en la Red global, aportando significativamente a lectores y lectoras.

También en este segundo número, proponemos la creación y funcionamiento de un Fondo documental y biobibliográfico de escritoras y escritores de Nariño como espacio que posibilitaría la investigación, el estudio y el conocimiento de quienes piensan, sueñan, desean, reflexionan, comunican, actúan, recuerdan, avizoran, están de regreso, se proyectan al futuro, en espacios andinos y del Litoral… A la vez que se interrogan por subjetividades e intersubjetividades, y producen lenguajes y simbolismos, en la literatura y las ciencias sociales. El centro de este proyecto, la Universidad de Nariño.

La revista tiene como invitada a la magnífica escritora costarricense, Alicia Miranda Hevia, presentada por Edgar Bastidas Urresty.

Asimismo se pregunta por el Litoral Pacífico y la actividad poética y estética de “nombrar” y crear una geopoética de ese universo temporal y espacial de mestizajes socio-culturales y cosmovisiones ricas en lenguajes significantes precisamente del lazo social, el futuro en el presente y el pasado –Carlos Vásquez – Zawadzki, leyendo la obra de Payán Archer y Benítez Duclerc, y de paso, otro significativo poeta del mar, Helcías Martán Góngora”.

martes, 2 de septiembre de 2008

FestiArmenia de la Palabra, 2008

Carlos Vásquez - Zawadzki

Un proceso sociocultural importante se ha abierto en Armenia desde el 2007, para el país e Iberoamérica: un nuevo y alternativo espacio simbólico para el encuentro de sujetos y voces plurales: escritores y habitantes de la ciudad capital cafetera.

Un proceso – convite: banquete del saber y del sabor en el que la convidada es la palabra: lúdica, pero asimismo sensible, inteligente, analítica, crítica… En fin, liberadora y creativa en su dialogicidad de nuevas realidades y mundos.

El Festival de la Palabra buscaría devenir creativo o productivo de capital simbólico, al tiempo que formativo de ciudadanía participativa. Al respecto propone: “Como señaló Marcel Proust, no hay un público que esté esperando ansiosamente lo nuevo, ya que lo nuevo por definición, es desconocido. Nadie espera lo que no sabe que existe. Proust decía que los cuartetos últimos y más radicales de Beethoven no esperaron a que se creara un público para ellos sino que fueron los mismos cuartetos los que poco a poco crearon ese público”.

Al convite, en este 2008, fueron invitados el boliviano y novelista Juan Claudio lechín –y su visión integradora latinoamericana. El chileno Luis Arias Manzo --y su liderazgo del Movimiento de Poetas del Mundo. El costarricense y narrador Rodolfo Arias Formoso –y sus experiencias y conocimientos históricos del Caribe. El también costarricense Luis Chaves –y su escritura poética reconocida en España y América. El poeta maya-k’iché, guatemalteco, Humberto Ak’abal –y su perspectiva etno y pluricultural. La joven narradora ecuatoriana Solange ‘Losange’ Rodríguez –y su práctica pedagógica alternativa para los jóvenes. La docente universitaria, escritora, productora de t.v., editora, crítica literaria y cronista venezolana Marisela Gonzalo Cordero-Febres –y su fundamentación en el goce de la lectura y la palabra para las nuevas generaciones…

Asimismo narradores, poetas, editores, críticos literarios y docentes colombianos –y su verbo renovador significativo en contextos ibero y latinoamericanos: Juan David Correa, Juan Diego Mejía, Juan Felipe Robledo, Federico Díaz – Granados, Gonzalo Mallarino Flórez, Carlos Orlando Pardo, Octavio Escobar Giraldo, Carlos Vásquez – Zawadzki, Omar García Ramírez, Elías Mejía, coordinados vivencial y memorablemente por la narradora Samaria Márquez Jaramillo, creadora y directora del evento.

La palabra literaria –en sus rupturas significativas contemporáneas, en sus formalizaciones más allá de cánones y géneros establecidos--, dialogó relaciones con el campo discursivo político. Con el de la historia y las historiografías. Con el estatuto de la ficción. Con las pulsiones eróticas y thanáticas, el sentido y el sin sentido de la existencia. Con el campo comunicativo y periodístico. Con los sujetos urbanos. Con las prácticas pedagógicas y la lectura.

Los escritores-as narraron la génesis de su trabajo creativo, los procesos de elaboración de sus obras, la recepción de las mismas. Y leyeron, leyeron, leyeron páginas de su puño y letra, encontrándose con diferentes tipos de receptores y públicos. Entre estos los universitarios y escolares, porque en el placer y goce del convite participaron la Universidad del Quindío y un número importante de escuelas oficiales y privadas.

Símbolos y simbologías provienen de ‘sumballein’, escribimos recientemente: “poner juntos, precisamente aquello que posibilitaría relacionar, establecer puentes –afectivos e intelectivos- de ida y vuelta por la cotidianidad y el tiempo y el espacio, en fin, producir lazos sociales. Simbolizar, como pulsión de vida, en el contexto de nuestra problemática histórica colombiana y conflictos, frente y en contra de pulsiones thanáticas y destructivas de los proteiformes actores de la violencia y guerra en nuestra geopolítica regional y nacional. Simbolizar para crear subjetividades e intersubjetividades, el ‘yo’ y el ‘nosotros’, la sociedad civil”.

En esta perspectiva, el Festival de la Palabra de Armenia –como proceso y realización socioculturales—se propone como matriz precisamente productiva y socializadora de capital simbólico, de lazos sociales y nuevas subjetividades e intersubjetividades. Desde la geopolítica del eje cafetero, como alternativa real de comunicación y paz en el presente colombiano e iberoamericano.