lunes, 12 de agosto de 2013

Escolios al perdón de De Clerk y Mandela



 por Carlos Vásquez – Zawadzki*

Se reflexionan y comentan cinco pensamientos expresados --recientemente- por De Clerk, al referirse con lucidez histórica a los acuerdos de Suráfrica, con Nelson Mandela, años ochenta del siglo XX. Acuerdos inteligentes que posibilitaron en esa nación el fin del conflicto y la consecución de la paz.

Dice De Clerk:

   Nada fue fácil. Primero tuvimos que convencer a los nuestros para que pensaran de manera diferente, fresca; que adoptaran una actitud que estuviera dispuesta a hacer concesiones con el fin de lograr un acuerdo” (…). “incluir a todos los partidos y grupos sociales, convencer al país de que nuestros problemas sólo podrían resolverse a través de la negociación. A veces hay que aceptar dolorosos compromisos para buscar una verdadera reconciliación y garantizar los derechos y la seguridad de todas las personas.

  • Producir un pensamiento y lenguaje nuevos, trans-formarse, abriéndose a lo impensado y diferente. Ello, en y desde preguntas hasta ahora informuladas que posibilitan , primero, con maneras de ser, reflexionar, sentir y actuar de ayer. Encaminándose hacia argumentaciones y sentidos desconocidos y aún abisales. Hacia simbolizaciones que nos reúnan, conjugan, nombren, futuricen un país para todos en la justicia, la convivencia y la comunicación.
   De todas maneras íbamos a tener que negociar. Eso generó ese espacio para que, a través del , hiciéramos un nuevo comienzo.

  • Una línea, un grado cero, otro proceso para concebir –creándolo e innovándolo- ese país político para todos los colombianos. Nos damos una, dos, tres; recibimos cuatro, cinco, seis realidades sociales e históricas, materiales y también simbólicas, significativas y fundamentales. En espacio y tiempo: para habitarnos hoy y mañana en una geopolítica, por ejemplo, de justicia, producción y distribución de la riqueza, la tierra productiva, la educación formadora primero de ciudadanos, la salud digna, el agua pura que bebemos, la infraestructura que carreteamos y comercializamos, el aire oxigenado que respiramos, la investigación en la producción de saber y las nuevas tecnologías, la Naturaleza intacta en la que existimos…

   En el caso de Suráfrica, yo me ponía en los zapatos de la otra parte, y el señor Mandela en nuestros zapatos, para preguntarnos cuáles de las preocupaciones del otro bando eran razonables. A partir de ese momento se dio lugar a este ”.

  • Yo es el Otro, proponía Arturo Rimbaud, el joven poeta. Lo afirmará el psicoanálisis lacaniano. Ellos, también somos nosotros; nosotros, asimismo son ellos. Razonemos –primero- la defensa, el valor supremo de la vida. Y un pensamiento ecofilosófico frente a la Naturaleza que somos (de la cual se deduciría otra concepción económica, en lo sostenible). A partir de allí, valores universales y comunes. Los conflictos y diferencias, abordados en el lenguaje y una simbología e imaginarios sociales inéditos: construir intersubjetividades para el futuro en el presente.
   No olvidar pero sí perdonar, hay que buscar un equilibrio; hay que dejar de odiar, hay que también buscar restitución. El perdón significa asimismo ceder ante la retribución. También se debe llegar a un acuerdo sobre el pasado”.

  • Toda la memoria, la memoria toda: el pasado en el presente, palpitante, revisado, exigente, narrado y escrito en hechos, causas y efectos, en víctimas y victimarios. Realidades solares, sin sombras. Y pulsiones de vida, en el perdón sin odio-s. Las víctimas –en el - recibirán una retribución material a la vez que simbólica de parte de los victimarios. Para estos últimos, límites: el pasado no regresará, futuro en presente, trabajando productivamente para restituir económica y simbólicamente a las víctimas. Su ‘participación política’ conduciría a este único fin: el perdón y la vida en libertad, pero la retribución a través del trabajo y la producción de riqueza compartida con las víctimas.
   Una de las principales causas de la desigualdad es el fracaso de nuestro sistema educativo”.

  • Fracaso en Colombia del proyecto liberal (desde Miranda y Bolívar): la formación de ciudadanos. Un nuevo sistema educativo inteligente –convenido en creatividad e innovación, investigación y calidad- en procesos para formarse y vivir ética y solidariamente, en justicia social y económica, excelencia en salud, habitación y trabajo digno, multiplicación de oportunidades, pensamiento –lo reiteramos- ecofilosófico frente a la Madre Naturaleza y una nueva concepción de la economía, resolución de conflictos y diferencias en la palabra, la comunicación y la paz.

   *Presidente del PEN Colombia de escritores    


  

La Verdadera Deuda Externa

Por Carlos Vásquez – Zawadzki*

“La riqueza y grandiosidad del Nuevo Mundo, además del oro, se expresaban en términos de encomiendas fabulosas (…). Así, un nuevo señor feudal creado por la Corona, dominaba sobre el hato humano de los indios que debían pagarle en frutos, en ganados, en oro, en servicios, el tributo”,
Germán Arciniegas


   Ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, el ponente Presidente del país heredero del nombre del Libertador comenzó hablando de su subjetividad e identidad en el tiempo del Continente de los siete colores:

   “Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.
   Aquí, pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa”.

   Luego, el recitante Presidente se refiere al Archivo de Indias, afirmándole a los Jefes de Estado europeos: , en feliz oxímoron:

   “Consta –dice- en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre los años 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América”.

   Se pregunta el enunciante Presidente si tal riqueza se obtuvo mediante ‘saqueo’, ‘expoliación’ o ‘genocidio’. De ninguna manera, responde ante este altísimo público, aquello sería creerle al calumniador Bartolomé de las Casas quien se refirió al Encuentro en términos de destrucción de las Indias; o bien, al ultroso novelista y ensayista Arturo Uslar Pietri, afirmando que el arranque del alienante y alienado capitalismo y la trascendental y centralista civilización europea se deben a la inundación de preciosos metales.

Primer préstamo amigable a Europa

   ¡No!, dice el afirmante Presidente.

Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América –léase advertida y futuristamente--, destinados al desarrollo de Europa”.
   “Lo contrario, advierte el Presidente, sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, cuanto la indemnización por daños y perjuicios”.

Plan Marshalltesuma

   El precisante Presidente, reflexiona en consecuencia y, en un nuevo oxímoron, fulgente como la Cruz del Sur, subraya la generosidad del Continente americano de siete colores con el viejo y guerrerista Continente europeo:

   “Tan fabulosa exportación de capitales no fue más que el inicio de un plan ‘MARSHALTESUMA’, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización”.

   La pregunta siguiente apunta a la utilización del empréstito: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
   La respuesta lapidaria: NO.
   Porque lo dilapidaron en batallas de Lepanto, armadas invencibles, terceros Reich y múltiple formas de mutuo exterminio.

¿Qué hacer, qué hacer en el presente?
 El futurante Presidente, sí, Evo Morales, menos—preciado, impedido de sobrevolar los territorios francés, español, italiano y portugués y secuestrado durante 14 horas en el aeropuerto de Viena (Austria) el pasado 2 de julio, formula soberanamente la alternativa o solución histórica:

   “Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia”.

   Y finaliza concluyente:

   “…sí exigimos la firma de una , que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica…”.

   Así devendríamos el Continente de todos los colores, y Europa, americana, a Paz y Salvo con nuestra Historia.

*Presidente del PEN Colombia de escritores