lunes, 9 de diciembre de 2013












Ciudadanía escéptica y sociedad civil en Colombia
                                           por Carlos Vásquez – Zawadzki


--¡Fuera los partidos políticos!

--¡Fuera las instituciones políticas, religiosas, educativas, económicas, militares…!

--¡Fuera! ¡Fuera todos! ¡Todos fuera!

Un grafiti sobre una blanca y luminosa pared universitaria decía, hace un tiempo, en rojo solferino: ¡Fuera gringos… del planeta!

En nuestra geografía política –ante la incredulidad, el escepticismo altísimo y generalizado de la ciudadanía (estudiantes, campesinos, intelectuales, trabajadores, estudiantes, etc., etc., etc.), los indignados vociferan, ¡Fuera de los Ministerios, Congreso, Asambleas, Consejos!

¡Expúlsense, extradítense, arrójense, láncense… desocupen el país!

Fuera los Popeyes inhumanos y criminales, los altos y bajos gobernantes ineptos y mentirosos, los enfundados religiosos pederastas y corrompidos, los inmarcesibles cuellos blancos ladrones, los verbosos y fallidos guerrilleros secuestradores y asesinos, los paras y narcoterroristas destructores de vida y riquezas, los psicóticos sicarios irrecuperables, los empalables padrastros y familiares violadores, los amedallados militares de falsos positivos, los banqueros y financistas del % arruinador, los equivocados y castradores maestros ignaros, los palabreros políticos de casas y trabajos en el aire, los constructores y arquitectos  de burbujas y espacios para seres alienados, los empresarios productores de plus valía e inequidad, los matasanos de diagnóstico cientificista y sus correspondientes empresarios insaciables de la salud, los deportistas anabolizados… En fin, además,  los parásitos, tantos y todos que viven del Estado, del trabajo de sus conciudadanos.

Sociedad civil



Es la hora. Es la era. El presente de la sociedad civil, organizable, en Colombia.
Sociedad civil que se asuma, ética y públicamente responsable.
Creativa e imaginativa, innovadora.

Productora de riqueza material e inmaterial cultural, grandeza y dignidad humanas.
Generadora de subjetividad e intersubjetividades libres. De genes de espejo: conscientes del dolor y la alegría del Otro, los Otros. En equidad. En respeto. En justicia.

En pulsiones de vida.

Razonablemente. Paso a paso. Haciendo historia, la historia de una nueva sociedad. Inclusiva. Haciendo ‘matria’ más que ‘patria’.

Mediante un nuevo contrato social, contrato irreversible, actuante, la solidaridad (por oposición al abstracto contrato financiero del capital), contraria de la soledad.
Es la hora, la era –despejado el horizonte de tanta lacra, bandido, criminal, timador, ladrón, estuprador, mentiroso, engañador, corrompido…-- de una nueva, diferente sociedad civil.

Y de un nuevo orden, alfabeto y lenguaje, el de la PAZ en la justicia social. En el respeto por la vida. En el crecimiento ilimitado de la dignidad. En la solidaridad inaplazable.