lunes, 12 de agosto de 2013

La Verdadera Deuda Externa

Por Carlos Vásquez – Zawadzki*

“La riqueza y grandiosidad del Nuevo Mundo, además del oro, se expresaban en términos de encomiendas fabulosas (…). Así, un nuevo señor feudal creado por la Corona, dominaba sobre el hato humano de los indios que debían pagarle en frutos, en ganados, en oro, en servicios, el tributo”,
Germán Arciniegas


   Ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, el ponente Presidente del país heredero del nombre del Libertador comenzó hablando de su subjetividad e identidad en el tiempo del Continente de los siete colores:

   “Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.
   Aquí, pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa”.

   Luego, el recitante Presidente se refiere al Archivo de Indias, afirmándole a los Jefes de Estado europeos: , en feliz oxímoron:

   “Consta –dice- en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre los años 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América”.

   Se pregunta el enunciante Presidente si tal riqueza se obtuvo mediante ‘saqueo’, ‘expoliación’ o ‘genocidio’. De ninguna manera, responde ante este altísimo público, aquello sería creerle al calumniador Bartolomé de las Casas quien se refirió al Encuentro en términos de destrucción de las Indias; o bien, al ultroso novelista y ensayista Arturo Uslar Pietri, afirmando que el arranque del alienante y alienado capitalismo y la trascendental y centralista civilización europea se deben a la inundación de preciosos metales.

Primer préstamo amigable a Europa

   ¡No!, dice el afirmante Presidente.

Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América –léase advertida y futuristamente--, destinados al desarrollo de Europa”.
   “Lo contrario, advierte el Presidente, sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, cuanto la indemnización por daños y perjuicios”.

Plan Marshalltesuma

   El precisante Presidente, reflexiona en consecuencia y, en un nuevo oxímoron, fulgente como la Cruz del Sur, subraya la generosidad del Continente americano de siete colores con el viejo y guerrerista Continente europeo:

   “Tan fabulosa exportación de capitales no fue más que el inicio de un plan ‘MARSHALTESUMA’, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización”.

   La pregunta siguiente apunta a la utilización del empréstito: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
   La respuesta lapidaria: NO.
   Porque lo dilapidaron en batallas de Lepanto, armadas invencibles, terceros Reich y múltiple formas de mutuo exterminio.

¿Qué hacer, qué hacer en el presente?
 El futurante Presidente, sí, Evo Morales, menos—preciado, impedido de sobrevolar los territorios francés, español, italiano y portugués y secuestrado durante 14 horas en el aeropuerto de Viena (Austria) el pasado 2 de julio, formula soberanamente la alternativa o solución histórica:

   “Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia”.

   Y finaliza concluyente:

   “…sí exigimos la firma de una , que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica…”.

   Así devendríamos el Continente de todos los colores, y Europa, americana, a Paz y Salvo con nuestra Historia.

*Presidente del PEN Colombia de escritores

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